viernes, 4 de enero de 2013

26.

Una amiga me dijo una vez que la perfección del momento una cámara no la podía captar, creo que es verdad. Jamás ha existido una cámara que haya captado el afecto, el sentimiento de un momento. Nos obsesionamos en querer retener todo lo que nos rodea mediante fotos, no nos basta con que nuestra retina lo retenga. 
Supongo que es una forma de recordar tiempos pasados, de guardar las fotos en un álbum y que al abrirlo te rodee una nube de sentimientos, emociones y lugares remotos que una vez en tu vida tuviste el privilegio de ver. Que una vez en tu vida tuviste el privilegio de soñar rodeado de lugares increíbles y de historias que ignoras, que no sabiendo cómo ni por qué te hicieron sentir aquello que envolvía a sus protagonistas.
Y es en estos días en los que sacamos esos álbumes y se nos llena la memoria de recuerdos estremecedores que nos ponen el vello de la nuca de punta. Un trozo de cartón lleno de fotos, rodeado de personas que sueltan risotadas, lágrimas y por qué no, besos. 
Es verdad, amiga mía, una cámara no puede captar la perfección del momento pero si nos puede recordar ese tiempo pasado que tanto añoramos y que en más de una ocasión hemos querido revivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario