domingo, 14 de octubre de 2012

"No te tomes la vida tan enserio, total, no vas a salir vivo de ella"

Plántate ante el mundo y grítales una sonrisa de oreja a oreja. Hazles ver que no te importan sus críticas ni sus miradas de soslayo, eres feliz sin tener que seguir a una sociedad. Muéstrales en tus ojos que eres diferente, que ese brillo que tienes en ellos no es por las lágrimas como la mayoría de la gente, es de felicidad, pasión, amor, libertad, añoranza, infancia inacabada, adolescencia terminada, síndrome de Peter Pan que no te deja madurar para las cosas más simples. Ese síndrome que te hace estar con la cara pegada a la ventana en las tardes frías de invierno esperando que caiga el primer copo de nieve del año, que te hace gritar las noches de tormenta, que te hace oler todas las flores que te encuentras por el camino para recoger su fragancia, que te hace saltar de la forma más tonta a la piscina en pleno mes de Agosto, que te hace sentir besos ardientes y centenares de mariposas en el estómago. Que te hace temblar de pies a cabeza cuando lo ves aparecer con esa sonrisa pícara que tanto te gusta, a la que estas tan acostumbrada pero a la que nunca te vas a poder resistir. 
Esa niña dentro de ti que te hace tocar los timbres de las puertas y salir corriendo, que sólo quiera comer pastel y dulces, que le encanta que su madre le de un beso en la mejilla antes de dormir, que hace que adores las cosquillas y que te toquen el pelo. 
No olvides nunca esa pequeña princesita que llevas dentro a la que le gusta imaginar que su príncipe azul la va a recoger en su noble corcel y que con su espada y valentía la va guardar de todo aquel que quiera hacerle daño. No olvides al hada madrina que la noche más inesperada se te presentará con un vestido de ensueño digno de Cenicienta con sus zapatos de cristal. No olvides los cuentos que marcaron tu infancia, no olvides los días señalados del calendario que alguna vez te hicieron feliz.
Sal a la calle y demuéstrale al mundo que para ser adulto no hay que olvidar la infancia, esa que te hacía saltar en la cama y que despertaba a tus padres todos los fines de semana a las siete y media de la mañana por que querías ver los dibujos.
Demuéstrale al mundo que eres diferentes a ellos, a su seriedad y "madurez" que no les deja enseñar sus sentimientos.
Demuéstrale al mundo que tú a la vida has llegado a pasártelo bien, total, no vas a salir viva de ella.



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