martes, 28 de mayo de 2013

36.

Mírame, aquí sigo como una tonta, echándote de menos mientras tú has elegido a otra. Mírame, aquí sigo esperando algo de ti que nunca llega. No pensé que diría esto, pero no es la primera vez que me defraudas.
Y tú allí, tranquilo, sin preocupaciones, sin enviarme siquiera un mensaje. He perdido la cuenta del tiempo que llevo sin escuchar tu voz y lo peor es que no admites que te equivocas.
El calor de la cama te absorbe, pero el problema viene en que te está absorbiendo la mente y tú parece que no quieres verlo, o que realmente no te has dado cuenta.
Es triste decirlo, pero es la verdad: no te quiero ver, has perdido a la única que te quería por lo que eres y no por lo que puedes dar. Luego, en el futuro, no me reproches, haberte dado cuenta de todo lo que has hecho; estamos de acuerdo en que las personas somos humanas y nos equivocamos, pero tú intentas llevarte el premio o esa es la impresión que da.
Cuando lo veas, cuando te des cuenta que lo único que estás haciendo es separarnos a todos de ti, será cuando te veas solo y ya no podrás poner remedio a lo que hiciste. Pero en fin, nadie escarmienta por cabeza ajena y no soy quién para decirte que debes de hacer con tu vida. Sólo puedo decirte que estás descuidando el amor de verdad por un amor fugaz que encontraste en la calle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario